Frente al machismo encubierto, mujeres es el momento...
Frente al machismo encubierto
Mujeres: es el momento de reaccionar
Tras la caída del Muro de Berlín (1989) y la desaparición de la socialista Unión Soviética (1991) muchos marxistas reciclaron sus creencias y dogmas basados en el principio de la lucha de clases y lo adaptaron a los nuevos tiempos como mejor pudieron. Puesto que el marxismo había fracasado estrepitosamente en lo económico y los obreros en el mundo occidental, regido por una economía liberal, vivían cada vez mejor –a pesar de las profecías del autoproclamado “socialismo científico” de Marx- y podían adquirir su propia vivienda, tener su propio coche e, incluso, disfrutar de un mes de vacaciones, hubo marxistas que continuaron con el principio de “lucha” pero buscando nuevos enemigos a batir: para algunos el enemigo es el sistema –de ahí los “antisistema”-, para otros la globalización –de ahí los “antiglobalización”-, o los Estados Unidos – “antiamericanismo”, “antiliberalismo”, “antioccidentalismo”-, para otros, enemigo es el que “degrada” el medio ambiente, y de ahí los ecologistas radicales y el denominado ecoterrorismo. En definitiva, el objetivo es buscar un adversario al que combatir, contra el que llevar a término esa dialéctica de opuestos.
Para otros nostálgicos del marxismo decimonónico, el enemigo es el sexo opuesto, surgiendo una ideología de género y un feminismo radical que bajo capa de progresismo (palabra que suena bien y vende mucho) y defensa de unos supuestos “derechos de la mujer “ pretende establecer como legítimo lo que mejor le parezca a cada individuo (individua habría que decir aquí, utilizando un "lenguaje no sexista"): cambio de sexo o de “identidad sexual” (pagado con dinero público, como siempre, aunque otros no reciban ayudas para operaciones a vida o muerte), “derecho a decidir” sobre la vida del no nacido, derecho de la madre a decidir sobre los hijos propios con independencia de la opinión del padre… Frente a un obsoleto y trasnochado machismo, surge un feminismo radical y minoritario igualmente discriminatorio, en este caso hacia el hombre al que no se considera tanto un ser complementario, compañero o marido, al que amar sino como un enemigo a sojuzgar, utilizar y dominar o al menos, con el que establecer una mera relación contractual. Estas actitudes defensoras de la lucha de sexos pueden contribuir a explicar por qué es tan difícil para ellos/ellas ("lenguaje no sexista") mantener una relación estable, permanente y definitiva con una persona del sexo opuesto o por qué están aumentando de forma irracional el número de los denominados divorcios express.
En línea con ese supuesto “derecho” absoluto de la mujer a decidir -incluso sobre la vida del no nacido- se encuentra la actitud de la ministra Aído y el Gobierno del que forma parte que pretende sacar adelante semejante desatino legal sin que figure en el Programa electoral con el que ganó las elecciones el Partido Socialista ni se haya consultado a los ciudadanos españoles. Un "Comité de expertos" (ya vimos en otra parte que está integrado entre otros por miembros de abortorios que se enriquecen con tan lucrativo negocio) asesora a la ministra de Igualdad en esta materia de vida y muerte. Para defender lo indefendible, Bibiana Aído afirma en contra de toda argumentación científica que el no nacido es un ser vivo pero no es humano, o que una mujer progresista y feminista debe defender el aborto (intento manipulador de tildar a los defensores de la vida como machistas y retrógrados).
Según la ministra Aído, el no nacido es un ser vivo pero no es humano. Tal vez nos pueda explicar a qué especie pertenece la huella de la imagen
El no nacido es un ser vivo pero ¿no es qué?
Frente a esos intentos de manipular la realidad y dignidad del ser humano, especialmente de las mujeres y defender sus derechos, un grupo de mujeres y no precisamente incultas amas de casa ni mojigatas han comenzado a organizarse y ya son multitud, más de 40000 y han constituido la plataforma Mujeres contra el aborto. Obviamente, en este caso no cuentan con esas subvenciones públicas tan abundantes para las filas abortistas. Todo lo tienen que costear de su bolsillo. Su objetivo es que se deje de mentir y de relacionarse aborto, mujer y feminismo. Lo mejor es dejar que se expresen ellas mismas.
Isabel San Sebastián, periodista
«Hay una parte de la sociedad escandalizada»
Esta Plataforma surge en el transcurso de una tertulia [de La Tarde con Cristina] en la que estamos Cristina López, Isabel Durán y yo, y las tres nos manifestamos en contra de la ley del aborto. Nos planteamos organizarnos y hacer un grupo de mujeres, ya que nos están intentando vender que todas las feministas tienen que estar a favor del aborto y reivindicarlo. Nosotras, mujeres trabajadoras que reivindicamos nuestro derecho a la igualdad, no queremos aceptar esto. En seguida se adhirieron María López y María Pelayo, hicimos llamadas entre amistades y gente conocidas, la COPE se puso a nuestra disposición, y así, poco a poco y de manera totalmente artesanal, aquí estamos. Cuando digo artesanal, me refiero que hasta pagamos el local de la presentación a escote, sin ningún apoyo ni respaldo. El hecho de que 37.000 mujeres hayan firmado el manifiesto demuestra hasta qué punto hay una porción importantísima de la sociedad que está escandalizada con este asunto y que no lo ve como nos quieren hacer ver. No pretendemos que se castigue a nadie, sino que se ofrezcan alternativas. Desde luego, nos han llamado de todo menos bonitas, y eso que sólo estamos defendiendo la vida y a la mujer. Pretendemos ser un elemento de cohesión para todas las mujeres que comparten nuestros postulados, que quieren protestar para que el aborto no sea considerado un derecho, para que las madres puedan recibir ayudas, y para que podamos criar a nuestros hijos sin perder nuestro trabajo.
Cristina López Schlichting, periodista
«Una sociedad sana debe luchar contra el aborto»
Isabel Durán, Cristina López Schlichting, María López e Isabel San Sebastián, en la presentación del manifiesto Mujeres contra el aborto
¿Por qué sólo mujeres?
Nuestra Plataforma persigue dos metas: desvincular los conceptos mujer y feminismo, y aborto; y negar que éste sea un derecho de la mujer. No puede serlo aquello que es un mal. El aborto es un asesinato que afecta de forma muy particular a la mujer, un mal objetivo contra el que una sociedad sana tiene que luchar. Las autoridades deben velar por que todas las mujeres puedan sacar adelante un embarazo imprevisto. Nos oponemos a la ampliación de la ley.
¿Quiénes firman el Manifiesto?
De todo tipo: empresarias, médicos, profesionales liberales, amas de casa, religiosas... También políticas, como Arantza Quiroga, pero no es una plataforma política ni confesional. Intentamos resaltar la aportación de mujeres vinculadas a la cultura.
¿Qué reacciones ha suscitado?
Ha habido ataques muy virulentos, porque en los sectores que pretenden arrogarse la defensa de la mujer ha dolido que nos reivindiquemos y demos pruebas de que somos feministas. Pero ha sido muy bonita la respuesta de mujeres que optaron por la vida en situaciones extremas, y que durante mucho tiempo se han sentido solas. Incluso ha habido casos de mujeres que han abortado y quieren que otras no pasen por ello.
¿Qué es lo que más escandaliza a la gente del anteproyecto?
Mediáticamente, se intenta jalear mucho el asunto de las menores. Pero la gente que se ha adherido a la plataforma apenas se deja engañar por ese señuelo, que nos parece menor. El problema es intentar convertir en derecho algo objetivamente malo. Es significativo que algunos hombres del PSOE se hayan pronunciado contra el aborto de menores, pero ninguna mujer ha dicho esta boca es mía. Las bocas están tapadas por el feminismo abortista obligatorio.
Alejo Vidal Cuadras incluso las ha invitado al Parlamento europeo. Rara vez se produce un movimiento sin correlación en otros lugares. No somos las primeras europeas que reivindican la vida: la mujer ha tenido un papel fundamental en la defensa del ser humano, especialmente niños y enfermos. Es alucinante que en vez de ampliar esta sensibilidad a los hombres, la retiremos de ambos.
Isabel Durán, periodista
«Es lo más machista que se ha visto en los últimos tiempos»
Siempre he manifestado mis opiniones de forma absolutamente libre en contra del aborto. Sin embargo, con la nueva ley del Gobierno de Zapatero se da un paso tan importante y tan vital en contra del derecho a la vida, que me pareció muy importante constituir esta plataforma de mujeres. Si con ello hay tan sólo una niña adolescente que se dé cuenta de que abortar no es ningún derecho, sino un acto aberrante, además de contra un niño no nacido, contra la propia mujer, que la destroza y la humilla..., sólo con que una mujer se dé cuenta, merece la pena este esfuerzo. Reivindicamos que no se puede excluir a los hombres en la cuestión del aborto, puesto que el hombre es corresponsable en la creación de una nueva vida. Pero queríamos, frente al nosotras parimos, nosotras decidimos, hacer ver que también hay mujeres que piensan que el aborto es contrario al derecho a la vida. El aborto afecta directamente a la mujer, la engaña y es lo más machista que se ha visto en los últimos tiempos, porque les dice a los hombres que tengan relaciones y las dejen tiradas, que ya se tomarán ellas una pildorita o abortarán. A pesar de que nunca he ocultado mis ideas, últimamente me encuentro con que la gente me felicita por la calle, especialmente las mujeres. Estoy especialmente sorprendida por ello. Iremos hasta el final con este movimiento que hemos iniciado. Alejo Vidal Cuadras nos ha invitado a ir al Parlamento europeo y presentar la iniciativa. Allí iremos, y la llevaremos hasta donde nos dejen llegar.
Curri Valenzuela, periodista
«El aborto no es un método anticonceptivo»
El motivo fundamental por el que he participado en este manifiesto es que estoy en contra del aborto, y deseo que se abra el debate en España para cambiar la ley. No pretendo criticar a las personas que abortan, pero creo que es imposible que pase a ser considerado un derecho. Cuando has visto una ecografía y has podido ver a un feto de varias semanas, no se puede justificar semejante crimen. Considerar, como parece que hace la ministra Aído, el aborto como algo positivo, casi como un método anticonceptivo, me parece una aberración.
Regina Otaola, alcaldesa de Lizarza
«La defensa de la vida es el principal problema que tenemos»
En el tema del aborto, nunca he estado de acuerdo en que es nuestro cuerpo y hacemos con él lo que nos da la gana, porque estamos hablando de un ser humano. Este anteproyecto es caer en la trampa del machismo: el hombre ha contribuido a que ese ser se cree, y luego no quiere saber nada, diciendo que la mujer decida. Hay unas asociaciones cívicas que han empezado este movimiento y creo que hay que apoyarlas y darles fuerza, es una forma de hacer hincapié en ideas que para mí son importantes. El principal problema de los que existen ahora es la defensa de la vida, allá donde se quiera conculcar. En el País Vasco, cuando hablamos de libertad, estamos también defendiendo la vida. Puedo tener muchos derechos, pero sin el derecho a la vida no me sirven para nada. Si por decir que estamos a favor de la vida vamos a recibir ataques, que ataque quien quiera, me importa un bledo. Voy a seguir haciendo lo que creo, como en otros ámbitos. Para eso estamos, como personas y miembros de un partido político.
Queca Campillo, fotógrafa
«La ley está hecha para la gente de las clínicas»
He trabajado en prensa desde los 25 años (tengo 59), y he intentado mantenerme al margen de cantidad de manifiestos. Pero esto me indigna por su crueldad. No tiene sentido, especialmente si las niñas pueden abortar pero no comprar un paquete de tabaco. Me parece una ley muy machista, no protege a la mujer, que se queda con el problema, sino al hombre, al que se le acaban sus responsabilidades. Quieren una ley moderna, pero está hecha por ignorantes, y para la gente de las clínicas que quiere enriquecerse. He hecho varios reportajes en Isadora, y es una vergüenza cómo esa gente, que eran de izquierdas, se han hecho de oro. Casi todo el mundo que sabe que he firmado el manifiesto se han adherido también. Lo que me extraña es que no haya ya tres millones de adhesiones. Tendría que haber puestos de firmas por todas las esquinas, yo me iría a ponerlo. El derecho a la vida es el futuro de este mundo.
Las abajo firmantes, integradas en la Plataforma de Mujeres contra el Aborto, levantamos la voz en nombre propio y en el de millones de mujeres silenciadas por la presión del “pensamiento único”, que prevalece actualmente en nuestra sociedad respecto de todo lo concerniente a nuestro sexo y que vincula obligatoriamente los conceptos “mujer” y “aborto”.
Estamos contentas de vivir y de que nuestros hijos vivan. Consideramos que la vida humana es un derecho y un bien que hay que preservar desde la concepción y que cualquier ser humano, independientemente de su edad, ha de gozar de la plena protección del Estado y las leyes.
Reivindicamos la maternidad como uno de nuestros derechos fundamentales.
El aborto es ética y legalmente inaceptable, no sólo porque aniquila a un ser humano indefenso, sino porque supone una violencia infligida a la dignidad de la mujer. Con este manifiesto renunciamos expresamente al pretendido “derecho de aborto” que otros y otras se empeñan en adjudicarnos.
Nos declaramos feministas porque defendemos, no sólo de palabra, sino con nuestro trabajo y nuestra vida, la igualdad de derechos y deberes entre hombres y mujeres.
Los hombres son nuestros compañeros y padres de nuestros hijos. No entendemos que se les reclame la manutención de la familia a la vez que se les niega cualquier derecho y responsabilidad respecto del nacimiento de esos hijos que son suyos y a quienes tienen el derecho y el deber de cuidar. Son corresponsables del embarazo y víctimas también del aborto, como las criaturas eliminadas y las mujeres.
Estamos convencidas de que todas las consideraciones anteriores son válidas al margen de las creencias (o no creencias) religiosas y de las ideas políticas, puesto que se refieren a la salvaguarda de los más elementales derechos humanos.
Exigimos a las Administraciones Públicas, cualquiera que sea su color político, que dediquen las partidas presupuestarias actualmente destinadas al aborto a promover redes de asistencia a embarazadas en situación desfavorable.
Es preciso velar para que el hecho de ser madre no aboque a la mujer, como ocurre en la actualidad, a ver mermadas sus posibilidades de ascenso laboral, de estudios, de trabajo, sus ingresos y su derecho a disfrutar del ocio y del tiempo libre en condiciones de plena igualdad con los varones.
Basta de silencio sobre las consecuencias del aborto: cuadros de ansiedad, insomnio, depresión y trastornos de la alimentación y la vida sexual, que se perpetúan en el tiempo. El aborto no es inocuo. Exigimos un Plan Nacional de ayuda para sus víctimas.
Exigimos a las Administraciones Públicas, cualquiera que sea su color político, que agilicen y potencien las políticas de adopción de los hijos cuyas madres no puedan o no quieran hacerse cargo de ellos. Así mismo, que pongan en marcha campañas de información sexual que eduquen en la responsabilidad e impidan que las mujeres carguen en soledad con las medidas anticonceptivas o de regulación de la natalidad.
Hasta ahí el Manifiesto. Ciertamente, a la ministra Aído le van creciendo los enanos, cada vez son más las personas y colectivos que denuncian la barbaridad de ese proyecto de ley de ampliación del aborto. Primero fueron los científicos e intelectuales con su Manifiesto de Madrid, ahora son las mujeres, más adelante… ya iremos viendo.