Un poco de Historia... y un poco de todo
   
  Un poco de Historia ...y un poco de todo
  ¿Israel o Palestina? 1ª parte
 

¿Israel o Palestina?
(1ª parte)

 



En las últimas semanas estamos viviendo muy de cerca el conflicto palestino-israelí en Gaza, conflicto que levanta pasiones: pintadas, carteles de protesta por las calles, recogida de firmas, manifestaciones de protesta contra Israel… y, también, manifestación en Madrid, en apoyo de Israel.


 

Manifestación en apoyo de Palestina


 

Manifestación en apoyo de Israel

Al igual que en otros casos, al menos hay dos formas de aproximarse al problema: una, inclinarnos por una de las partes movidos por simpatía, solidaridad o dejándonos llevar por campañas de propaganda orquestadas a nivel internacional por determinadas ideologías; la otra, intentar buscar la verdad sobre este conflicto, comenzando por conocer su origen y las principales partes implicadas en el enfrentamiento. Aquí, como no podía ser de otra forma, optamos por la segunda. Para ello, un breve repaso por la Historia de esa zona nos puede ayudar a comprender mejor el problema en su contexto histórico, sociopolítico e ideológico.

Nadie cuestiona la existencia histórica de Israel desde un pasado que se remonta a bastantes siglos antes de la ocupación romana de Palestina y que se puede verificar mediante fuentes arqueológicas y escritas. Algo más de tres décadas después de la crucifixión de Cristo, en el año 70 d.C. las legiones romanas del emperador Tito destruyeron la ciudad de Jerusalén, incendiándola y derribando su triple muralla. Miles de sus habitantes judíos murieron crucificados como castigo por su rebelión contra la dominación de Roma y los campos de sus alrededores fueron roturados en un radio de 18 kilómetros, convirtiéndolos en un desierto calcáreo que aún hoy subsiste. Del famoso Templo de Jerusalén no quedó “piedra sobre piedra”. A partir de ese momento, siglo I, los judíos se dispersaron fuera de Judea, por lo que ellos denominaron la Diáspora y desapareció –por imperativo de la fuerza- el Estado de Israel. En muchos lugares del Imperio Romano surgieron y se desarrollaron comunidades judías, que intentaron conservar sus creencias y tradiciones. Como sabemos, desde la Edad Media y hasta tiempos recientes, los judíos han sufrido frecuentes persecuciones antisemitas, la más conocida de todas la llevada a cabo por el nazismo.


 

La gran menorah de oro del Templo de Jerusalén es llevada triunfalmente a Roma por Tito

Poco después de la muerte de Mahoma, los musulmanes ocuparán, también por la fuerza, las tierras de Palestina, pertenecientes en ese momento al Imperio Bizantino y que practicaban la religión cristiana. Que la conquista musulmana de Jerusalén (638 d.C.) y Palestina usó la violencia lo confirma el entonces Patriarca de Jerusalén, Sofronio, en su sermón de Epifanía:

¿Por qué no cesa el derramamiento de sangre? ¿Por qué se destruyen las iglesias y se profana la cruz? Sarracenos, “abominación de la desolación” anunciados por Daniel, pasan por tierras que les están vedadas, saqueando ciudades y asolando campos, incendiando poblados y arrasando monasterios, ufanándose de que acabarán por conquistar el mundo entero.1


Expansión del Islam

En plena Edad Media, el año 1099, los cruzados europeos recuperan la ciudad de Jerusalén, estableciendo allí el Reino cristiano de Jerusalén entronizando a Godofredo de Bouillon. Posteriormente, el Sultán Saladino volverá a conquistar la ciudad para el Islam y será el Imperio Turco Otomano el que consolide allí su poder hasta el siglo XX, reimplantando la religión islámica. Este predominio turco, terminará tras I Guerra Mundial, cuando se cree en Palestina un Territorio bajo Mandato de Gran Bretaña.

Simultáneamente, ya desde finales del siglo XIX, el movimiento sionista, bajo el principio del nacionalismo de “un pueblo, un Estado”,  defiende y promueve la creación del Estado de Israel. Esta idea cuenta con el apoyo de la Liga de Naciones, en 1922. Paulatinamente irán aumentando el número judíos de diversas partes del mundo que retornan a Palestina, muchos de ellos huyendo de persecuciones antisemitas.

Después de haber sufrido el intento de exterminio nazi  -Holocausto- al terminar la II Guerra Mundial, se crea el Estado de Israel (Medinat-Yisrael); inició su existencia en 1948, pocos meses después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara en la Resolución 181, de 29 de noviembre de 1947, un Plan de partición con unión económica para Palestina. Esta Resolución de la ONU, establece un Plan que fija plazos para la retirada de Gran Bretaña de esos territorios, dejando libre “una región situada en el territorio del Estado judío que comprenda un puerto de mar y una zona adyacente susceptibles de proporcionar facilidades para una inmigración considerable”. Así mismo, establece que “Los Estados independientes árabe y judío y el Régimen Internacional especial para la ciudad de Jerusalén (…) empezarán a existir dos meses después de concluido el retiro de las fuerzas armadas de la potencia mandataria” (Gran Bretaña). En la misma Resolución se fijan los límites del Estado árabe, del Estado judío y de la Ciudad de Jerusalén. En resumen, deben existir un estado independiente árabe, otro estado judío y, en tercer lugar, la ciudad de Jerusalén, bajo un régimen internacional. La proclamación de la independencia del Estado judío, el 15 de mayo de 1948, supuso la huída masiva de palestinos de ese territorio.

 

 La ONU se ha pronunciado con claridad
sobre el conflicto entre Palestina e Israel

A partir de ese momento, y hasta nuestros días –sesenta años después- cuatro guerras han enfrentado a Israel con los países árabes vecinos. En los periodos intermedios de paz o tregua, ambas partes han recurrido de forma habitual a la violencia o al terrorismo para inclinar la balanza a su favor: secuestro de deportistas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich, atentados en autobuses, cafeterías  o discotecas repletos de población civil, bombardeos de zonas civiles… Como resultado, el odio está enquistado en amplios sectores de la población y pasa en las familias de una generación a la siguiente.

 

Pero, ¿qué está ocurriendo para que, después de sesenta años, no se haya alcanzado aún una paz tan ansiada?

 

Continúa en ¿Israel o Palestina? 2ª Parte
 
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