Poco conocida en el extranjero, la resistencia alemana contra Hitler no ha recibido siempre el reconocimiento internacional que merece. A menudo minimizada, ha sido considerada sospechosa de haber sido la última tentativa, demasiado tardía, por parte de altos militares y funcionarios de redimirse ante los vencedores. Desde este punto de vista parcial se ignora la amplitud de la resistencia alemana que tuvo combatientes en todos los estratos de la población. Barbara Koehn nos presenta en este libro diferentes grupos y su difícil lucha en el seno del totalitarismo hitleriano. Asimismo, analiza algunos proyectos de reformas políticas para una Alemania liberada. Rinde homenaje a todos aquellos que han querido, y se han sacrificado por, salvar el honor de Alemania y esbozar las bases de una Europa reconciliada y unificada.
Conoceremos también cómo se formó el movimiento de la Rosa Blanca, quiénes lo integraban, qué objetivos perseguía y cómo acabaron sus días la mayoría de sus miembros: los jovencísimos hermanos Scholl, Sophie y Hans, cristianos protestantes, fueron guillotinados tras una pantomima de juicio representada por el infame Tribunal del Pueblo nazi. Entenderemos también los vericuetos de uno de los muchos golpes de Estado fallidos contra el Führer, el organizado por el oficial católico de la Wehrmacht Claus Schenk von Stauffenberg el 20 de julio de 1944. La bestial represión de este golpe de Estado descendió a simas que degradan al ser humano. Entre otras prácticas crueles e inicuas, se aplicaron leyes teutonas antiguas que incriminaban a familiares de los golpistas exclusivamente por la existencia de vínculos de sangre. Y conoceremos otros episodios de la resistencia alemana en la Alemania nazi entre 1933 y 1945.
La alemana de origen, Barbara Koehn, es profesora emérita de Literatura y Filosofía alemana en la Universidad de Rennes II, Presidenta de la Société internationale Alfred Döblin y miembro de la Forschungsgemeinschaft 20.Juli 1944, asociación cuyo cometido es promover la investigación sobre la resistencia alemana en estrecha colaboración con las víctimas del nacionalsocialismo.
Muy apropiada la foto de portada: el Tribunal del Pueblo nazi “juzga” a una de las personas implicadas en el frustrado golpe de Stauffenberg.