SINOPSIS
Trece historias reales. Para miles de ciudadanos españoles, como nosotros, el terrorismo de ETA ha sido determinante en su vida, pero debido al silencio oficial y político al que también fueron condenados, muy poco es lo que sabemos de lo complejo o lo sorprendente de los acontecimientos vividos por ellos, de las peripecias de su experiencia vital posterior. Hombres, mujeres y niños asesinados, unos indiscriminadamente, otros tras sufrir una cruel persecución al más puro estilo nazi, componen las trece historias de este trabajo documental que constituyen una mera representación del gran colectivo de afectados por el terrorismo en nuestro país, pero sobre todo son la encarnación física del dolor sin límite que producen la injusticia del asesinato y la falta de solidaridad social.
Una pregunta queda suspendida de la película: ¿cómo es posible que en una sociedad del siglo XX, culta y en democracia, el terrorismo haya sembrado tantas dudas sobre su legitimidad y las víctimas hayan sido sometidas durante tanto tiempo al abandono por parte de sus conciudadanos? "Trece entre mil" es una película perturbadora. Pero es una obra necesaria, porque es patente que la ciudadanía sólo muy recientemente ha empezado a sentir como suya la verdadera tragedia que supone el terrorismo. "Trece entre mil" quiere ser la respuesta a la alarmante falta de propuestas cinematográficas actuales comprometidas con la cruda realidad social del terrorismo en nuestro país. También puede significar una denuncia de nuestro mundo de la cultura que se manifiesta contra cualquier conflicto lejano mientras guarda silencio y mira para otro lado ante una banda terrorista que ha asesinado a más de 800 españoles.
Estrenada en noviembre de 2005, esta película dirigida por Iñaki Arteta, fue 2º Premio en la sección Tiempo de Historia de la SEMINCI 2005, nominada a los GOYA 2005 en la categoría de mejor documental y seleccionada por la FESTA DI ROMA 2006 como una de las mejores películas documentales del año.
El documental acumuló un sinfín de excelentes críticas. Durante los tres meses en los que se mantuvo en las salas comerciales ocupó el puesto 7 en el ranking de críticas que confeccionan los críticos cinematográficos de los medios españoles.
Pero, sobre todo, encontró un público sensible, huérfano de referencias cinematográficas a la situación presente y pasada de las víctimas de ETA.
Las trece historias que conmueven a los espectadores son expuestas con una contenida tonalidad emocional, pero sin olvidar que son acontecimientos específicos que se han vivido en nuestro país y que deben interpelar al espectador.
La cámara escucha los testimonios con prudencia, sin alterar sus espacios vitales, creando una intensa presión ética y emotiva.
Los protagonistas, que han sido testigos del mal y sufrido el abandono de sus conciudadanos durante años, describen sus experiencias descubriéndonos un mundo paralelo y silencioso con el que hemos convivido los españoles, sin percibirlo, demasiados años.