Un poco de Historia... y un poco de todo
   
  Un poco de Historia ...y un poco de todo
  Texto complementario
 
 

Ampurias

         
 

Pueblos del Norte Peninsular

Los griegos tenían muy bien guardada la parte de la muralla que daba a tierra, en la que había una sola puerta y en la que siempre estaba de guardia uno de los magistrados. Durante la noche, una tercera parte de de los habitantes hacían la guardia sobre las murallas; y no tanto como quien sigue una costumbre y para cumplir la ley, sino como si el enemigo se hallase enfrente, así guardaban la vigilancia y hacían las rondas. No recibían en su ciudad a hispano alguno, ni salían tampoco sin necesidad. La salida al mar era libre para todos, mas por la puerta que comunicaba con la ciudad hispana nunca salían sino en gran número, por lo general la tercera parte que la noche anterior había estado de vigilia en las murallas. El motivo de sus salidas era el siguiente: que no siendo los hispanos prácticos en la navegación, se beneficiaban en el comercio de los griegos y deseaban adquirir aquellas mercancías exóticas que las naves llevaban y vender, a su vez, los frutos de sus campos. El interés de este mutuo comercio hacía que la ciudad hispana fuese accesible a los griegos, y aumentaba su seguridad el hecho de haberse cobijado bajo la sombra de la amistad con Roma a la cual servían, si con menos fuerza que los masaliotas con una fidelidad pareja

 Tito Livio, XXXIV, 9

 

(…) Todos los hombres visten de negro, sayos la mayoría, con los que se acuestan también sobre jergones de paja. Utilizan vasos de madera, igual que los celtas. Las mujeres van con vestidos y trajes floreados. En vez de moneda, lo que viven muy al interior se sirven del trueque de mercancías, o cortan una lasca de plata y la dan. A los condenados a muerte los despeñan y a los parricidas los lapidan más allá de las montañas o de los ríos. Se casan igual que los griegos. A los enfermos, como antiguamente los egipcios, los exponen en los caminos para que los que han pasado les den consejos sobre su enfermedad. Para las subidas del mar y los pantanos, hasta la época de bruto usaban embarcaciones de cuero, pero hoy día incluso las talladas a partir de un solo tronco son ya raras. Su sal es púrpura, pero blanca una vez molida. Este, como he expuesto, es el género de vida de los montañeses, y me refiero a los que jalonan el flanco norte de Iberia: galaicos, astures y cántabros hasta llegar a los vascones y el Pirene; pues el modo de vida de todos ellos es semejante (…)

  Estrabón, Geografía, Libro III


 
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