Un poco de Historia... y un poco de todo
   
  Un poco de Historia ...y un poco de todo
  Amazing Grace
 


Amazing Grace

Dirección: Michael Apted.
País:
Reino Unido.
Año: 2006.
Duración: 111 min.
Género: drama.
Interpretación: Ioan Gruffudd (William Wilberforce), Romola Garai (Barbara Spooner), Youssou N'Dour (Olaudah Equiano), Albert Finney (John Newton), Benedict Cumberbatch (William Pitt), Michael Gambon (lord Fox), Rufus Sewell (Thomas Clarkson)

Guión: Steven Knight.
Música: David Arnold.
Fotografía:
Remi Adefarasin.
Estreno en Reino Unido: 23 Marzo 2007.
Estreno en España: 11 Septiembre 2009.



Probablemente, en España haya pasado desapercibida para muchos esta magnífica película, Amazing Grace, del directorr Michael Apted, que anteriormente ha dirigido obras como El mundo nunca es suficiente o Crónicas de Narnia.

Amazing Grace es una obra de temática histórica, basada en hechos reales que han marcado profundamente a la humanidad en los últimos doscientos años. Es habitual que muchos personajes sean recordados por la historia y el cine por las atrocidades que cometieron  y generen películas taquilleras, mientras que otras personas que pasaron su vida haciendo el bien de forma heroica y desinteresada terminen siendo auténticos desconocidos para generaciones posteriores.


Este es el caso de William Wilberforce, joven parlamentario británico que con una prometedora carrera política toma una decisión que según todos los pronósticos le complicará la vida y llevará al fracaso profesional y social, aparentemente.

La acción transcurre en la Inglaterra de finales del siglo XVIII, desde los años previos a la Revolución Francesa hasta el momento culmen de Imperio Napoleónico. En esos momentos, el Imperio Británico se está forjando –y lucrando- con el monopolio del comercio de esclavos. Esa actividad económica, tan rentable para Inglaterra, enriquece las arcas de la burguesía y su clase política que justifica, favorece y protege mediante las leyes que aprueba en el Parlamento esa explotación humana.


En este contexto, William Wilberforce, hombre de gran carácter, fuertes convicciones y gran fe, se debate entre retirarse de la vida política –evitando complicarse la vida ante un fracaso político más que probable- para dedicarse a una posible vocación religiosa, o bien enfrascarse en una lucha política a contracorriente, que se vislumbra larga, cruel y despiadada por los intereses económicos y políticos que hay en juego y que le pueden costar la salud e incluso la vida.

Aconsejado por un antiguo traficante de esclavos arrepentido, que se lucró con el comercio de 20000 de ellos, y apoyado en un pequeño grupo de colaboradores abolicionistas, Wilberforce se lanzó a una larga lucha política que duraría 18 años. En esa batalla política, social, cultural y en la que había en juego grandes intereses económicos, Wilberforce lograría demostrar algo que para nosotros ahora es evidente: la esclavitud es injusta e inmoral, puesto que los esclavos son seres humanos y, por lo tanto, lo justo es que el Parlamento legisle para abolirla. Mientras los ciudadanos ingleses van conociendo la verdad y adoptando una actitud abolicionista, la clase política, que se lucra legalmente con la explotación humana, se resiste. Será necesario que Wilberforce y sus colaboradores desplieguen toda su astucia para lograr, mediante una estratagema parlamentaria, el triunfo.


No se puede defender aquello que no se conoce a fondo. Para ello, Wilberforce intentará ponerse en el lugar del esclavo –ocupando durante horas una especie de ataúd-, visitará barcos negreros en cuyos viajes sobrevivían unos 200 pasajeros de los 600 que realizaban la travesía. Después, hará todo lo posible para que la población y la rica burguesía londinense conozca de cerca la cruda realidad que se esconde detrás de ese negocio legal.

Magnífico guión, magnífica ambientación, excitantes debates parlamentarios y una interpretación muy creíble hacen de Amazing Grace una obra imprescindible, a pesar del silencio mediático de las grandes distribuidoras cinematográficas.

Para los que ven el cine como un medio para comprender los tiempos en los que vive, para después intentar cambiarlos a mejor, imaginemos a un político que durante ¡dieciocho años! no cambiase su discurso y arriesgase su carrera profesional luchando contra una injusticia manifiesta y un negocio lucrativo, defendiendo los derechos y la dignidad de toda persona, de toda, con independencia de su edad y de si ha nacido o aún no. El espectador que se atreva a ver Amazing Grace con esa actitud, no como una simple película de contenido histórico, disfrutará –y sufrirá también- a fondo con William Wilberforce. Es seguro que no saldrá como entró.

Para terminar, nada mejor que hacerlo con la inscripción en su lengua original que en honor de William Wilberforce figura en la Abadía de Westminster:

 

 In an age and country fertile in great and good men, he was among the foremost of those who fixed the character of their times
  

Los tiempos no han cambiado tanto, la historia se repite, la lucha continúa y será larga y despiadada->

 
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